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Ha vuelto la escultora María Cueto. Esta vez con una amplia exposición antológica en el Kursaal de San Sebastián. A la espera de volver a verla, lo que no es tan fácil en estos meses veraniegos –pues las masas turísticas me resultan disuasorias y San Sebastián se ha convertido ya en una ciudad anegada por el turismo–, dejo aquí un par de notas y algunas imágenes que obtuve durante mi primera y también concurrida visita.

Me atrevo a decir que María Cueto es una practicante del land art, solo que se trata de un land art circunscrito a un espacio interior. Si tuvieran que permanecer estas obras en el exterior tendrían el mismo destino que los materiales que la conforman, el destino de las hojas de los árboles, de las semillas, de las ramitas…

Pero esta es la gracia de esta obra: su carácter efímero, delicado, frágil, quebradizo. Su levedad es tan grande que basta una brisa, una pequeña corriente de aire para ponerla en movimiento. Y con el movimiento las pieza resultan aún más emocionantes.

La obra de María Cueto más que construida está tejida artesanalmente. En realidad más que una escultora María es una tejedora que hilvana sus tejidos, unos tejidos que no sirven para vestirse sino para el regalo de la mirada, el regalo del espíritu.

https://lashorasylosdias.blogspot.com/2017/07/maria-cueto-escultora-de-la-levedad.html